Los tips de Moda de la futura Princesa de Gales: Catherine Middleton

 
 
Catherine Middleton

 

Mañana será el gran día de Catherine Middleton, como ahora comenzaron a llamarla formalmente a la prometida de 29 años del príncipe William, que además de dar el sí también se convertirá en princesa. 

 
La presión es alta. Ella no es aristócrata, tendrá que lucir royal, con un toque de modernidad, ante los ojos de -según cálculos oficiales-unas 2000 millones de personas. No es poco para una plebeya, aunque ya demostró en varias oportunidades que podrá con el protocolo.




El traje con el que bajará desde un Rolls Royce hacia la Abadía de Westminster es el secreto mejor guardado. Desde el compromiso, nunca faltó en los medios, diarios y revistas del corazón inglesas, especulaciones, rumores sobre quién tendría el encargo. El nombre de Sarah Burton, la sucesora de Alexander McQueen, fue desmentido por la firma. Vivianne Westwood dijo que nadie la había llamado. Todavía se barajan los nombres de Bruce Oldfield, que fue quien le hizo el vestido a la reina Rania, en cuya tienda londinense fueron descubiertas la madre y la hermana de Kate. También suenan los nombres de Philipa Lepley; Amanda Wakeley y ahora el de Sophie Cranston, de la desconocida marca Libélula, que tiene local en Chelsea. Y uno de los últimos rumores es que habrían sido encargados tres vestidos para desorientar a la prensa. Esta incertidumbre también da lugar a divertidas apuestas entre los ingleses, estén divididos o no en cuanto a la importancia de las celebraciones monárquicas. Una es la improbable elección de la devenida diseñadora Victoria Adams, con la que la publicación The Standard también bromeó mostrando una extraña foto en la que Victoria le acomoda un vestido de novia corto a Kate. De todas maneras, la mujer de Beckham no le hará el vestido, pero sí le está armando un vestuario para otras ocasiones. Y no lo hace para nada mal.




Se sabe que el padre de la novia desembolsó al menos unos 50.000 dólares para pagar el vestido. Por qué tanto misterio, tanta importancia. La editora de la Vogue británica, Alexandra Shulman, dijo en una entrevista que le hizo The Times: "Su vestido no es simplemente su traje de novia, sino una enorme bandera que simboliza su gusto, su compromiso o no con la moda, su actitud respecto del dinero, en una época en la que la economía de Inglaterra está de capa caída".



Hace 30 años se casaba Diana Spencer en la catedral de St. Paul. Eran otros tiempos. Y otra década, los 80, una estética de la opulencia, exagerada, horrorosa para muchos. Alison Pearson de The Daily Telegraph recordó ese traje, más que para el olvido como una lección de lo que no se debe hacer. "El vestido de Diana fue un desastre. Tenía tres talles de más, tan grande que ella se perdía. La lección es que Kate no debería meterse en una burka color marfil con la idea errónea de que tiene que tener un look royal". Diseñado por David y Elizabeth Emanuel, relativamente conocidos, tenía hombros exagerados, falda amplia y una cola de 7 metros. Sin embargo fue copiado hasta el hartazgo.

¿Qué esperan los especialistas de moda? Ningún cambio radical en cuanto al estilo de Kate, que es clásica, elegante y discreta. Todos coinciden en que tiene que mantenerse fiel a sí misma el día de su casamiento. Y seguramente podrá hacerlo frente a sus asesores, ya que tiene 29 años y no los 19 de Lady Di, cuando se casó.
Edwina Ehrman, que está organizando una exposición sobre la historia de la moda nupcial en el Victoria and Albert Museum de Londres, opinó que a causa del escenario y su papel, el vestido tiene que tener algún elemento dramático. La Abadía de Westminster es un gran edificio y parecerá una minúscula manchita si no lleva una cola un poco larga o volumen. Ehrman está convencida de que Kate llevará velo y posiblemente también una tiara, a lo mejor prestada por la reina Isabel. Y agregó: "No hay que esperar ninguna originalidad del lado del color, estará entre el blanco, el crudo y el marfil, ni seguramente en los materiales, entre los que debería dominar la mejor seda, tal vez combinada con algún motivo de encaje dado que una princesa difícilmente puede revelar mucha piel. Tiene que mantener un equilibrio entre llevar algo que creamos digno de una futura reina (...), pero sin excederse -resumió Edwina Ehrman a la agencia AFP-. Es muy complicado".
A partir de mañana están previstas unas 4000 fiestas en las calles en Inglaterra y Gales, si es que la lluvia no arruina los planes. Fueron contabilizados en Londres unos 500 pedidos de cierres de calles. Para sus organizadores, nada mejor que un motivo de celebración, cuando hay tantas malas noticias en los diarios y la TV.
Las caras de la pareja real -que muchos ingleses quisieran que saltearan la línea sucesora para que se conviertan en los futuros reyes- son motivo de todo tipo de suvenires. Quienes más las consumen, contó un vendedor de un puesto callejero de Notting Hill, no son los ingleses, sino los turistas. Los hoteles estarán completos, con paquetes especiales como uno de spa del Brown's Hotel para pequeñas princesas, nenas de 3 a 10 años que reciben un vestido y su primera manicura. También fueron lanzadas clases de protocolo para futuras princesas, como Princess Prep. Según la tradición inglesa, la pareja real está estampada en tazas, platos, latas de chocolate y durante esta semana, en una edición limitada de tarjetas de transporte público, la Oyster Travel Card. Unas 750.000 se venderán en las estaciones subterráneas. Se calcula que mañana participarán de las celebraciones 600.000 turistas. La ceremonia, que comenzará a las 8.15, hora londinense (5.15 hora Argentina), se podrá ver en vivo en Internet por The Royal Channel Live Stream en http: www.officialroyalwedding2011.org/
Fuente: Gabriela Cicero  Cicero-@gabicicero



MODELO PARA MUCHAS

Icono. A pesar de no arriesgar a la hora de vestirse, según muchos diseñadores y estilistas, Kate fue ganándose su lugar entre las mujeres mejor vestidas en publicaciones de moda como Tatler o Vanity Fair . Y creen que alguien con su perfil pude darle un buen impulso a la moda británica en el mundo.

Si bien confesó que no sigue las últimas tendencias, algo que le permitirá ser fiel a su estilo, desde hace tiempo muchas mujeres van a comprar lo que ella usa. En 2007 utilizó un vestido blanco y negro de Topshop para su cumpleaños número 25 y se agotó. Hasta ahora no tuvo reparos en repetir prendas y mostrarlas en diferentes looks. No se sabe cómo será de ahora en más.

Prendas favoritas. Sacos entallados, abrigos tres cuartos rectos con abotonadura cruzada, pantalones pitillo, botas de caña alta, ballerinas. Tiene locura por los sombreros y en las ceremonias formales usa tocados y pamelas, ladeados hacia un costado. Accesorios icónicos ingleses.

Le gustan los colores neutros, aunque también el rojo y el azul, con el que anunció a los medios su compromiso, con un vestido de ISSA ( http:/www.issalondon.com/ ), su marca preferida. Los vestidos de esa firma cuestan en promedio 800 dólares. No usa estampas, algunas flores cada tanto.

Pelo. El pelo se lo mantiene el estilista de los famosos, Richard Ward, en su salón de Chelsea. Comentan que para atenderse con él hay una lista de seis semanas, pero no es el caso de Kate. Dicen que su pelo es su fuerte, que cada tanto le dan un poco de color con acabado natural, igual que su look. Muchos creen que sabe lo que la favorece. No le gusta que parezca demasiado elaborado ni nada que la haga ver mayor.

INFLUYENTE

La princesa que más influyó en la moda de las novias fue la reina Victoria, que cambió completamente la idea del vestido en 1840. Antes de su boda, los vestidos de novia no necesariamente eran blancos, dijo Darci Miller, editoria de la revista para novias Martha Stewart Weddings. Las mujeres se ponían la mejor gala, fuera el color que fuera. El blanco era considerado un signo de riqueza ya que quien lo llevaba podía darse el lujo de ensuciarlo, pero no era un color obligatorio para las novias.
Fuente:La Nacion

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