La semana de la moda en la Gran Manzana termina con la pureza de las
líneas minimalistas de
Calvin Klein Collection.
Francisco costa pone el broche final a unas jornadas repletas de propuestas de lo más dispares. Sin embargo, sus objetivos, su rumbo se mantiene inalterable. El diseñador brasileño retoma el trabajo que planteó
en su colección prefall –vestidos y abrigos de cortes depurados que centran todo el volumen en unas
caderas marcadas por maxicinturones metalizados– y se distancia de anteriores propuestas en clave nude para apostar por piezas rotundas donde el negro, el beige, el coral y el rojo energy brillan en su máximo esplendor.
En front row del desfile
vimos a Rooney Mara (¿se decantará por uno de los vestidos de la firma para la próxima edición de los Oscar?) atenta a unas salidas que se acercan en gran medida al gusto de la actriz nominada por su interpretación de
Lisbeth Salander en
The girl with the dragon tattoo. A falta de bolsos y complementos que distraigan de las
líneas urbanas y funcionales de Calvin, encontramos
zapatos croco con bases razonables –tacón chuncky o cuña– y botas de caña alta con punta afilada.
Fuente:
Pedro Zozaya para Vogue
Muy hermosas las propuestas y lindisimas las bellas damas, y muy femeninas; creo que lo unico que esta haciendo falta es poder atender tambien a los varones con unas faldas y/o vestidos muy varoniles; pues por anatomia y por salud las faldasm y los vestidos con falda favorecen mas a los caballeros. El pantalon, la correa o cinturon, y los boxer son la peor tortura para un hombre; ninguna parte del cuerpo del varon se maltrata mas que sus partes intimas.
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