La forma correcta de hidratar depende de varios factores, entre ellos, la elección del producto según su textura, ingredientes para distintos cutis, el momento del día en que se aplica o incluso la temporada del año.
Hay que tener en cuenta las necesidades de la piel. Si la piel es grasa, la sugerencia es una loción liviana o algo con base de gel. Si el cutis es más seco o la piel está deshidratada, debe considerarse un producto más espeso y contundente.
Las pieles normales toleran ambas presentaciones, mientras que a las sensibles les irá mejor con cosméticos que contengan ingredientes calmantes.Compartimos todas las recomendaciones a continuación.
Sin aceites (oil free): Para pieles propensas al acné, la tendencia son los hidratantes sin aceites añadidos. Su eficacia depende de otros activos como el ácido hialurónico y la glicerina, logrando fórmulas livianas oil free.
Existen dos razones claves para nunca olvidar el hidratante.
Primero, su efecto sellador permite que los exfoliantes, serums y brumas se aprovechen al máximo, evitando que se pierdan durante la transpiración.
En segundo lugar, una piel bien hidratada permite que el maquillaje se asiente mejor y tenga mayor duración.
Hay dos características claves que separan las cremas hidratantes de día de las de noche: el factor de protección solar y la textura.
Una crema hidratante con FPS durante el día ayuda a prevenir la aparición de manchas y arrugas así como proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos solares.
La textura: siempre ligera.
En la rutina nocturna en cambio las cremas hidratantes son más densas y pueden incluir ingredientes como los retinoides (para rellenar) y el ácido glicólico (para pulir).
Las cremas hidratantes con color combinan lo mejor del maquillaje, el cuidado de la piel (y hasta protección solar) en un solo producto: Son ideales para ahorrar tiempo sin sacrificar el cuidado facial o la cobertura. No obstante, hay que tener en cuenta que ofrecen un look fresco y descontracturado perfecto para el maquillaje diario, pero no suficiente para una ocasión especial.
Verano - Invierno: La otra dualidad para elegir hidratante se encuentra en el ambiente. Durante los meses más fríos, conviene un producto más nutritivo que contrarreste la resequedad del rostro causada por el viento y las bajas temperaturas. Por otro lado, en la temporada cálida funcionan muy bien las presentaciones livianas de rápida absorción.
¿Cada cuanto tiempo debo reemplazarla? :La duración estándar de las cremas o geles hidratantes es de 12 a 24 meses. La sustitución dependerá de su estado (olor, color, almacenamiento) o de la actualización por algún cambio en las necesidades de la piel. Si todavía guardas hidratantes pre pandémicos ya es momento de cambiar.
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